¿Temes a la sensibilidad dental en verano? ¡Te contamos cómo evitarla!

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sensibilidad dental en verano

Con la llegada de la temporada de calor es inevitable que consumamos más alimentos refrescantes, como helados, bebidas carbonatadas o fruta fresquita para aplacar el sofoco. Sin embargo, puede ser que esta se convierta en tu peor pesadilla, sobre todo si sientes un profundo dolor ante la ingesta de alimentos fríos. Hablamos de sensibilidad dental en verano.

Si este escenario te resulta familiar, ¡no pierdas detalle de este blog! Te contamos qué puedes hacer para disminuir la sensibilidad dental.

Sensibilidad dental en verano, ¿por qué ocurre?

Lo primero que debes saber es que la sensibilidad dental en verano o en cualquier otro momento del año puede disminuir, si bien requiere de una serie de cuidados y compromisos por tu parte. En primer lugar, lo aconsejable es acudir a tu dentista de confianza para determinar el origen de dicha molestia.

La sensibilidad dental puede originarse por erosión en el esmalte dental, por una retracción de encías o incluso por un uso inadecuado del dentífrico. Es importante averiguar qué causa la molestia para poder solucionar el problema.

Tipos de alimentos que pueden ocasionar dolor

Ante la sensibilidad dental, probablemente ya hayas elaborado una lista mental del tipo de alimentos que te ocasionan dolor ante su ingesta. Hablamos fundamentalmente de comida con fuerte contraste de temperatura (muy fría o caliente), como helados o refrescos. También puede suceder con los muy dulces o los ácidos. En esta coyuntura, lo mejor es, ante la ingesta de fruta, por ejemplo, tomarla con temperatura del tiempo en lugar de refrigerada.

¿Qué puedo hacer?

Es esencial mantener una buena higiene dental para poder disminuir la sensibilidad dental. Tras acudir a tu dentista de confianza en Culleredo, éste procederá con el tratamiento recomendado y, lo más probable, con una limpieza dental profesional para eliminar cualquier resto de placa bacteriana que pueda estar causando las molestias.

Evitar que vuelva a aparecer es fácil: cepilla tus dientes mínimos dos veces al día, especialmente después de cada comida. No utilices un cepillo muy duro ni una técnica abrasiva, complementa tu cepillado con higiene interdental y colutorio y acude a realizarte una profilaxis al menos cada seis meses. ¡Tu sonrisa lo agradecerá! Pide cita hoy.